El periodista de Radio Nacional de España pregunta a Patricia: “¿Porqué es tan grave esta acusación?” -No sé si por desconocimiento o porque no le parece importante- “¿Quizás dejarás de recibir financiamientos?”, agrega sin dar tiempo a responder la primera cuestión. Patricia Ariza desde Colombia y el grupo Aterciopelados desde la cabina del periodista, intentan explicarle el contexto de su país; la violencia latente. “Colombia es un país polarizado, muchos intelectuales han tenido de salir por acusaciones similares, otros continúan amenazados; algunos periodistas han muerto. Ha semejanza de lo ocurrido en EE.UU. tras el 11-S, en Colombia el gobierno y la policía han empezado a sospechar de todos, a acusar por nada”.
El 20 de diciembre de 2008, el diario el Espectador informó que la policía especializada de Colombia (SIJIN) había presentado un expediente acusando a Patricia Ariza –una reconocida poeta y actriz del grupo La Candelaria- de sublevar a la gente y hacer proselitismo para el PC3 y las FARC. Para sustentar su acusación el parte policial afirma textualmente: “Asimismo se logró establecer que Patricia Ariza, tras problemas familiares durante su juventud, practicó el nadaísmo y el hippismo, fue estudiante de filosofía y artes de la Universidad Nacional.”
La reacción de artistas e intelectuales latinoamericanos que conocen a la referida actriz no se ha hecho esperar, y han remitido una carta pública al presidente Uribe: “Hoy en Colombia numerosos líderes sindicales y sociales son asesinados, amenazados o desterrados. Llamamos al mundo del arte, la cultura, los medios y la academia a solidarizarse con la maestra Ariza y con su grupo y a alertar al Gobierno de Colombia y a sus fuerzas de seguridad para que desistan de sus montajes e infamias contra ella y respeten la libertad de pensamiento y la independencia de los artistas y académicos” menciona, entre otros puntos, la misiva firmada por personalidades entre los que destacan Laura Restrepo y Eduardo Galeano.
No es la primera vez que un gobierno acosado por las acciones terroristas embate contra sectores académicos que considera cercanos a grupos subversivos. En el Perú, cuando se combatía al grupo terrorista Sendero Luminoso, un comando paramilitar asesinó a un grupo de estudiantes y profesores de una universidad sospechosa de estar cerca a SL. Nunca se demostró que estas personas tuvieran vínculos con los grupos terroristas.
El 20 de diciembre de 2008, el diario el Espectador informó que la policía especializada de Colombia (SIJIN) había presentado un expediente acusando a Patricia Ariza –una reconocida poeta y actriz del grupo La Candelaria- de sublevar a la gente y hacer proselitismo para el PC3 y las FARC. Para sustentar su acusación el parte policial afirma textualmente: “Asimismo se logró establecer que Patricia Ariza, tras problemas familiares durante su juventud, practicó el nadaísmo y el hippismo, fue estudiante de filosofía y artes de la Universidad Nacional.”
La reacción de artistas e intelectuales latinoamericanos que conocen a la referida actriz no se ha hecho esperar, y han remitido una carta pública al presidente Uribe: “Hoy en Colombia numerosos líderes sindicales y sociales son asesinados, amenazados o desterrados. Llamamos al mundo del arte, la cultura, los medios y la academia a solidarizarse con la maestra Ariza y con su grupo y a alertar al Gobierno de Colombia y a sus fuerzas de seguridad para que desistan de sus montajes e infamias contra ella y respeten la libertad de pensamiento y la independencia de los artistas y académicos” menciona, entre otros puntos, la misiva firmada por personalidades entre los que destacan Laura Restrepo y Eduardo Galeano.
No es la primera vez que un gobierno acosado por las acciones terroristas embate contra sectores académicos que considera cercanos a grupos subversivos. En el Perú, cuando se combatía al grupo terrorista Sendero Luminoso, un comando paramilitar asesinó a un grupo de estudiantes y profesores de una universidad sospechosa de estar cerca a SL. Nunca se demostró que estas personas tuvieran vínculos con los grupos terroristas.