26 mar 2009

LA BOCA DÉSPOTA DEL PRESIDENTE

“Aquí no va a pasar nada, no se va a cambiar nada en los próximos diez años, eso se los puedo garantizar...porque ese es mi oficio” se ufanó el presidente peruano ante los banqueros latinoamericanos, mientras les animaba, en tono suplicante, que instalaran sus bancos en el país.

Lo que devela esta frase no es ningún exabrupto viril, sino su pensamiento de lo que él considera su punto fuerte, su negocio, su “oficio” como afirma jactancioso. García vende como un producto el manejo de su partido y la movilización de votos a favor de intereses políticos o empresariales. “En Perú el presidente tiene un poder, no puede hacer presidente al que él quisiera, pero sí puede evitar que sea presidente quien él no quiere. Yo lo he demostrado” reafirmó para que no queden dudas.

Recientemente, en un acto público y refiriéndose a los opositores, vociferó en tono amenazante y con el índice muy arriba: “voy a estar muy atento con los que no se dejan convencer”. Como si deseara una nación de zombis obedientes sin capacidad de expresión.

Tengo la impresión que Alan García no solo ha perdido perspectiva de su responsabilidad social, sino incluso la dudosa virtud que lució en su juventud: la oratoria. Este García actual, fofo y gris; vengativo e intolerante, parece no dar la talla para tan importante cargo.

14 mar 2009

EL GOBIERNO SIN MEMORIA

“El Perú no necesita museos” sentenció muy orondo el ministro de Defensa Ántero Flores-Aráoz. “Necesitamos ese dinero para otras cosas”, manifestó en otro momento tratando de excusar tamaña pachotada. Lo cierto es que el gobierno aprista ha rechazado una donación alemana de 2 millones de dólares, destinada a construir un museo sobre la tragedia que significó la violencia terrorista y paramilitar durante los ochenta y noventa en el Perú.

Es probable que a Himler o Eichmann –militares y genocidas nazis- tampoco les gustara la conservación y apertura al público de los campos de concentración de Auschwitz o Mauthausen. Como tampoco le gusta al Partido Popular de España, heredero del franquismo, que abran las fosas comunes donde se enterraron sin identificar a los civiles y milicianos del bando republicano. No, claro que no. ¿Acaso deberíamos esperar que gobiernos con pasados vergonzosos quieran que se exhiban fotos y testimonios que delaten el horror y la barbarie que se amparó o provocó?

Lo que parece esconder la respuesta del ministro de Defensa es la inquietud del actual presidente peruano cuando se abordan sucesos violentos ocurridos en esos años, y sobre los cuales tiene una dudosa responsabilidad, como los denominados "Caso Cayara" o "El Frontón". Seguramente la misma inquietud le lleva a menospreciar un juicio tan importante sobre violaciones a los derechos humanos, como el que se realiza contra el ex mandatario Alberto Fujimori, cuyos representantes mantienen estrechas relaciones con su gobierno.