26 jul 2010

BASTA BERLUSCONI

A veces pienso que hablar de Berlusconi es una pérdida de tiempo. Cada noticia suya es una raya más en su lomo de tigre bravucón; de personaje poco limpio y nada ético. Pero “el caballero” sigue haciendo tanto para que uno se fije en su persona. Además, ya no se trata simplemente de actos o defectos personales, sino de las graves consecuencias que éstos tienen para la sociedad italiana y europea.

Este mes, su “mano derecha” Aldo Brancher -denominado por algunos periodistas ministro de nada- renunció a su cargo ante el tribunal que lo juzgaba por apropiación indebida de un millón de euros en una operación de compra del Banco Antonveneta. Brancher, quien actualmente es un alto dirigente de Fininvest (holding de Silvio Berlusconi), fue arrestado en 1992 y pasó tres meses en la cárcel de San Vittore. Según revela el diario el País, el propio Berlusconi mencionó esta anécdota: "Cuando nuestro colaborador Brancher estaba en San Vittore, dábamos vueltas en coche alrededor de la cárcel porque queríamos comunicarnos con él".

Este mismo mes otro cercano colaborador de Silvio Berlusconi, Marcello Dell'Utri, fue condenado por complicidad mafiosa. Dell'Utri afirmó que Vittorio Mangano -un capo de la mafia condenado a cadena perpetua por asesinato- es "un héroe... nunca nos denunció, ni a Berlusconi ni a mí”. Mangano fue contratado como supuesto entrenador de caballos para la villa de Arcore, propiedad de Berlusconi. Las palabras de Dell'Utri fueron calificadas como “intolerables" por Roberto Saviano, periodista y escritor italiano, autor del libro Gomorra.

También en estos días, el anuncio de otra ley que prepara el Gobierno, y donde se prevé una amnistía arqueológica que legalizaría la posesión de los bienes obtenidos ilícitamente ha puesto de pie a los directores de museos y reconocidos intelectuales. Los arqueólogos alertan de que bajo la excusa de catalogar los bienes robados se esconde un único objetivo: la ayuda a las mafias que roban y exportan piezas de excavaciones clandestinas. Según Tsao Cevoli, presidente de la Asociación Nacional de Arqueólogos, al amparo de esta norma “personajes considerados criminales pasarán a convertirse en estimados coleccionistas y managers de bienes culturales”. Diario Clarín, 06.07.2010.

Como si esto fuera poco para este negro julio en la historia de Italia, el viernes 09 un amplio sector de la prensa italiana realizo una huelga y no publicó noticias. Esta inusual protesta fue convocada como contra la denominada ley mordaza y para sensibilizar a los ciudadanos sobre las consecuencias de la misma, que restringirá las escuchas judiciales y castigará su difusión en la prensa. La ley contempla condenas de hasta 30 días de cárcel para los periodistas que publiquen escuchas durante las investigaciones judiciales, y fija multas de hasta 450.000 euros para los editores de los medios que lo hagan.

El periodista italiano Carlo Alberto Brioschi, en una entrevista concedida al diario el País el 07/07/2010, reflexiona de esta manera: "Desgraciadamente, la era que estamos viviendo en Italia con Berlusconi es la más corrupta de la historia". Suponemos que Brioschi se refiere a la historia de la Edad Contemporánea, porque sería excesivo comparar a Berlusconi con Nerón o Caligula; todavía no ha nombrado senador a un caballo ni ha incendiado Roma.

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