26 jun 2009

LA SELVA TRAS LA VIOLENCIA

Enfrascados en contar muertos y descalificarse; en mostrar “quién puede más”, los ministros del gobierno y los líderes nativos peruanos parecían ya ajenos al problema principal que los enfrentó: la gestión sostenible de la selva. La reciente derogación de los decretos de la discordia parece haber amainado, de
momento, los ánimos belicosos de ambas partes.

A veinte días del enfrentamiento en Bagua, se sabe mucho más y la lógica empieza a ser contundente. No existía ningún complot internacional ni manos extrañas pretextadas por el presidente de gobierno y sus ministros. Las lamentables muertes ocurridas el 05 de junio fueron producto de una cadena de errores; de unos exaltados nativos y de unos inexpertos policías que fueron enviados sin refuerzos, sin chalecos antibalas, y sin un general inteligente que pudiera abortar a tiempo una operación tan chapucera.

Ni la ministra del Interior, ni el ministro de Defensa, ni el premier asumen sus responsabilidades hasta el día de hoy. Fernando Rospigliosi, periodista y ex ministro del Interior, se ha dado el trabajo de documentar en un artículo lo que pasó en Bagua aquel nefasto día, y así dar luces sobre la actuación de los máximos dirigentes políticos. En la interpelación ocurrida el día de ayer en el Congreso de la República los dirigentes del gobierno “se lavaron las manos” y nadie quiso responder a una sola pregunta que había planteado la oposición: ¿quién fue el máximo responsable que ordenó esta operación?

Por otro lado, en el programa Prensa Libre dos líderes de los nativos aceptaron que no habían leído los decretos en su integridad, derivando esa función en sus abogados. La periodista Rosa María Palacios, conductora de este programa, se preguntó con toda razón: ¿Estaban dispuestos a morir por un decreto que no habían leído? Otro programa periodístico reveló que un aproximado de dos mil nativos, tras enterarse de la muerte de familiares de su etnia, rompieron el acuerdo de no agresión que mantenían con los policías y escogieron a 17 de ellos para aplicarles la “Ley del Talión” y así vengar el número de bajas que según sus dirigentes habían tenido.

En estos días también los periodistas han logrado arrancarle a la Ministra de Mercedes Araoz la confirmación que las leyes eran en parte de las medidas para cumplir con el Tratado de Libre Comercio firmado con EE. UU. Pedro Francke, profesor del Dpto. de Economía de la Universidad Católica, mantiene que realmente el problema de fondo es el enfrentamiento de dos modelos político-económicos. Uno -representado por el pensamiento del presidente García- mercantilista y de corto plazo; de carácter primario-exportador y extractor de materias primas y otro: de un desarrollo sostenible de la amazonía: con su gente y no contra ella; mediante acuerdos y no imposiciones, que respete cabalmente el medio ambiente.

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