30 ene 2008

BORBONES

La imagen de policias armados; de cuerpos de seguridad recorriendo las calles de Madrid para arrebatar a los quiosqueros una revista de humor, no se me ha quitado aún de la cabeza. Es casi la escena final de The Edukators.

Ahora le ha tocado el turno a Jaume Roura, un joven catalán cuyo terrible delito fue quemar una foto de los Borbón en un acto de protesta anti monárquico. El fiscal hiper presto, no ha tardado en pedir la retirada de su pasaporte y comparecencias ante las autoridades judiciales, más 10,000 euros de fianza por “injurias a la corona”.

Que no se engañe nadie, porque no son hechos aislados. El propio Joaquín Sabina, con todo el peso mediatico que tiene, no pudo impedir que su libro “Yo también sé jugarme la boca…” fuera retirado en su momento de las librerías porque contaba un chiste que la propia Letizia Ortiz le habia confiado. Claro que, oficialmente la retirada se debió a un conflicto entre los derechos de dos editoriales.

Es decir, a pesar de la pleitesia generalizada con la corona; algunos jóvenes “agnósticos” que no vivieron bajo el puño del franquismo, están comprobando la existencia de una "mano invisible" destinada a acallar cualquier cuestionamiento de la Monarquía. Quizas porque detrás de la risa y “la injuria” se retuercen asuntos impostergables que han sido removidos en marchas y protestas; en carteles y gritos del estilo: quiero un pisito como el del principito.

Epilogo: El Código Penal establece, en el punto número 3 del artículo 490, penas de prisión de hasta dos años para el que calumnie o injurie al Rey o a cualquiera de sus ascendientes o descendientes.

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